La poca felicidad Nuestro gran tormento en la existencia proviene de que estamos eternamente solos, y todos nuestros esfuerzos, todos nuestros actos no tienden más que a huir de esa soledad. Guy de Maupassant Que un hombre busque su felicidad más que cualquier otra cosa en el mundo significa, en primera instancia, que no es feliz. Descubrirlo no resulta tan fácil como parece; es un privilegio reservado a almas no banales. Y el camino a esa felicidad puede ser violento como un huracán que levanta hasta el cielo un pueblo en su torbellino; como un tsunami que a su paso devasta todo sin misericordia. Me llamo Ariel. Debo admitir que no soy feliz y que nada me aterra tanto como la soledad. La poca felicidad que he sentido en vida evoca mi infancia con mi madre, cuando mi inocencia me hacía creer que todo estaba bien. De esos años no hay mucho que decir, salvo que aún me desagrada la lluvia; me recuerda esos eternos días sin agua, acarreando baldes desde la quebrad
Leo para alumbrar mi camino, escribo para encontrarme.