Esta semana el mundo católico se congregó en torno al misterio de la Pascua, la resurrección del hijo de Dios. Desde las parroquias más humildes de nuestra Colombia hasta las catedrales más imponentes del mundo, la Pascua se erige como un recordatorio de que aún en medio del caos, existe la posibilidad del renacer y la redención. Y en esa fe, se celebra el domingo la misa más importante según el Nuevo Testamento. Colombia es uno de los lugares más católicos del mundo. Con un 57 % de feligreses, el catolicísimo sigue influyendo en el diario vivir de muchos pueblos y ciudades del país, también en asuntos de estado como los diálogos de paz, en donde su participación ha sido desde siempre activa. Sin embrago, hay que reconocer también los escándalos de pederastia al rededor del mundo, realidad que ha golpeado fuerte su credibilidad; hasta que llegue su juicio divino, los responsables deben juzgarse con nuestras leyes, aquí hay un gran reto de iglesia y esta
Mi voz.
Leo para alumbrar mi camino, escribo para encontrarme.