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Guerrero absurdo.

    Odiarás la poesía una tarde desolada de domingo,
fijarás tu mirada perdida en el horizonte oscuro.
Caminarás con el peso del mundo sobre tus hombros,
sentirás en las entrañas la tragedia de la parvedad,
la miseria, el polvo, el silencio.

Lánguido, tardo y resignado, deambularás
por tu fuente árida que alguna vez fue insondable.
Fantasmas del pasado y del futuro llegarán
como heraldos sombríos para hostigarte,
y un velo opaco cubrirá tu alma.

Será la muerte de la utopía
le dirás adiós, no volverás a verla,
el ideal es una presa que en sus fauces
lleva la bestia.
Y aprenderás con dolor 
el pragmatismo del mundo.

El tiempo comprimirá tu estrella
el fulgor primigenio desaparecerá,
navegará tu sangre el profundo universo
y la noche arderá en un incendio frio

Tu no habrás de rendirte, porfiarás
guerrero absurdo, obstinado.
Del vientre iracundo del infortunio surgirás
más cauto, más sabio,
con la lección aprendida.

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